EL APOSENTO ALTO
Domingo, 13 de junio de 2010
Espera tú, Israel, al Señor, pues en él hay amor y completa libertad. Un festín cada día
Léase el Salmo 130
-– Salmo 130.7 (VPEE)EN un día caluroso, mi esposo y yo manejamos hacia un restaurante cercano en busca de alimento y aire acondicionado. El pan estaba tan rico que pronto terminamos con la cesta. «¿Le gustaría otra cesta?», preguntó el mesero. Cuando vio que vacilamos dijo: «Les voy a traer otra. Siempre hay suficiente».
Esto es semejante a la forma en que Dios nos trata. Dios no nos ofrece simplemente una pequeña redención. Dios nos ofrece redención total, en abundancia. Es como un festín cada día y el plato principal es el perdón.
Debido a que Dios me ofrece una redención más que suficiente, puedo invitar a más personas a la mesa. Mi tarea es asegurarme que la abundancia no se desperdicie. Necesito ir a las montañas, a los valles, aun a mis compañeros de trabajo y a mis vecinos para compartir con ellos las noticias de este perdón abundante. Creo que voy a comenzar hoy al preguntarle a mi vecina cómo puedo orar por ella. La he invitado a la iglesia y le he horneado galletas, pero nunca le he hablado sobre la redención abundante que Dios ofrece. Voy a comenzar hoy. El banquete de Dios siempre está dispuesto.
Sra. Christie Jenkins (California, EUA)
Oración:
Oh Dios, gracias por el banquete de amor que provees. Ayúdame a invitar a tu mesa a quienes me rodean. Amén.
Dios nos invita a usar nuestros dones para edificar el cuerpo de Cristo.
OREMOS:
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