EL APOSENTO ALTO
Martes, 15 de junio de 2010Y les dijo: Venid en pos de mí... Seguirle
Léase Mateo 4.18-22
-– Mateo 4.19 (RVR)PARA Pedro, Andrés, Santiago y Juan el llamado fue claro. Jesús los invitó a dejar lo que estaban haciendo para seguirle. ¡Y ellos lo hicieron! Más tarde Jesús los invitó a trabajar, diciéndoles: «La mies a la verdad es mucha, pero los obreros pocos» (Lucas 10.2).
Eso fue en ese momento; pero ¿qué decir de hoy? Deseo seguir a Jesús, pero él no está caminando por las calles transitadas de mi pueblo. ¿O lo está? Mientras esos primeros discípulos podían seguir los pasos de Jesús en la tierra, nosotros/as tenemos al Espíritu Santo que nos ayuda a conocer la voz de Cristo. Como individuos, estamos llamados a servir a Dios en muchos lugares diferentes. Uno puede seguir a Jesús a un país diferente; otros pueden servir en oficinas públicas o como constructores, conductores de autobuses o policías.
El campo del que Jesús habló está a nuestro alrededor. No solamente cruzando el océano; está en la casa de nuestro vecino, en el escritorio frente a nosotros en el trabajo, en el parque recreativo donde nuestros hijos juegan. En estos lugares seguimos a Jesús, compartiendo su amor de manera que otras personas pueden responder a su voz y seguirle también.
Sa. Jill Woodward (Georgia, EUA)
Oración:
Señor, enséñanos a caminar contigo hoy. Permite que estemos dispuestos a ir a dondequiera que nos guíes. Amén.
No importa donde trabajemos, podemos trabajar para Dios.
OREMOS:
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