EL APOSENTO ALTO
Martes, 19 de octubre de 2010
Respondiendo el Rey, les dirá: «De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis». Cuidaré de ti
Léase Mateo 25.34-40
-Mateo 25.40 (RVR)UNA mañana, mientras compartía el evangelio en un poblado, una anciana se acercó a mí. El día estaba radiante, pero su rostro estaba triste. Observé que quería decirme algo, pero no pronunció palabra. Le dí un poco de arroz y su rostro resplandeció. Se comió el arroz tan rápidamente como pudo.
«Mi hijo y su familia me han abandonado», balbuceó. «Durante dos días he estado sin comer y estaba buscándole, pastor. Por favor, ayúdeme si puede. De otra manera…». Se detuvo a medida que las lágrimas brotaban de sus ojos.
La abracé, diciéndole: «No se preocupe, abuela. La voy a llevar a mi casa y la voy a cuidar». En respuesta, sus ojos brillaron como estrellas. Mi hogar se convirtió en un refugio para esta mujer. Un año después falleció y fue a morar con el Señor.
Muchas personas en el mundo viven sin esperanza. Un poco de amor, una sonrisa y compasión de parte de nosotros/as pueden consolarlas. Dios puede usarnos para cambiar la tristeza en alegría, para ayudar a otras personas a vivir y a morir con un sentido de la presencia y el amor de Dios.
Sr. S. Rajan (Kerala, India)
Oración:
Oh Dios, danos ojos para ver, corazones para amar y manos para servir a quienes están en necesidad. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
La compasión es responsabilidad bendita del pueblo de Dios.
OREMOS:
Por personas que han sido abandonadas.
Pedro: el sediento de Dios
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