EL APOSENTO ALTO
Jueves, 7 de octubre de 2010Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes, afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Asediados
Léase Jeremías 32.27, 26-41
-Jeremías 29.11 (NVI)LA mayoría de nosotros/as experimenta momentos en que nos sentimos asediados. Una amiga muy cercana sufre de dolor constante, y está lidiando con una cirugía de reemplazo de cadera. Otra amiga terminó una serie de quimioterapias, y ahora está comenzando la radiación.
El profeta Jeremías le habló a su pueblo, quien estaba literalmente asediado. Los babilonios los habían llevado en cautiverio. Pero en medio de su sufrimiento, Jeremías trajo una promesa de esperanza y de un futuro bueno. Dios prometió: «Nunca dejaré de estar con ellos...» (Jeremías 32.40).
Siglos más tarde, el profeta Jeremías sigue hablando a todas las personas que se sienten asediadas. La enfermedad, la guerra y el hambre afectan nuestro mundo. En este y otros tiempos de asedio, ¿quién puede brindar paz y darnos fortaleza para seguir adelante? Solamente uno, y la Biblia nos asegura que nada es muy difícil para Dios. Aunque la dificultad pueda marcar nuestro camino, Dios es más fuerte y está con nosotros/as. No importa nuestra lucha, las promesas de Dios nos sostienen.
Sra. Lana R. Vannarsdall (Kentucky, EUA)
Oración:
Amado Señor, ayúdanos a recordar en momentos de dificultad que nada es demasiado difícil para ti. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Cuando nos sentimos acosados, el amor de Dios es nuestra fortaleza.
OREMOS:
Por personas que se sienten asediadas.
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