EL APOSENTO ALTO
Sábado, 6 de marzo de 2010Aun en su vejez, darán fruto; siempre estarán vigorosos y lozanos. Una vida siempre fructífera
Léase el Salmo 92.12-15
-– Salmo 92.14 (NVI)A medida que subía con esfuerzo la cuesta, me preguntaba por qué estaba en una conferencia para escritores cristianos. ¿Por qué me llamaría Dios a mi edad a una tarea que toma años para aprender? Estaba dispuesta a hacer lo que Dios me pidiera, pero creía que las probabilidades de éxito eran pocas.
En el desayuno me senté con varios miembros jóvenes de la conferencia, que discutían entusiasmados sus proyectos. Como yo, eran escritores novatos; pero tenían energía y años por delante para realizar sus planes y yo no los tenía. Cobré ánimo al reencontrarme con un doctor anciano en la conferencia. Años antes me había dado buenas recomendaciones médicas. Ahora, a los 94 años, disfrutaba escribiendo meditaciones. ¿Cómo podía pensar que mi edad importaba?
Aunque tenemos limitaciones, Cristo nos ha prometido que su gracia obra en nuestra debilidad; el poder de Cristo reposa en nosotros (2ª a los Corintios 12.9). La Biblia afirma que podemos continuar dando fruto toda nuestra vida «hasta el día de Jesucristo» (Filipenses 1.6). Cristo es fiel a la obra que ha comenzado en nosotros.
Sa. Ellen Cardwell (California, EUA)
Oración:
Gracias, Dios, por el poder de Cristo que obra a través de nosotros con nuestras debilidades. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
¿Cómo puedo dar fruto hoy?
OREMOS:
Por los escritores.
¿Te gustaría tener Hotmail en tu móvil Movistar? ¡Es gratis!
No hay comentarios:
Publicar un comentario