EL APOSENTO ALTO
Martes, 2 de marzo de 2010
Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago... Parecido familiar
Léase Juan 14.8-12
-– Juan 14.12 (VPEE)EL hijo más pequeño de Teresa vino a la casa un día, y le dijo que había visto a su amiga en la tienda. «¿Cuál fue esa amiga?», le preguntó Teresa.
«Tú sabes», respondió, «la que su bebé se parece a ella, lo único que más chiquita». Mi amiga supo inmediatamente que se estaba refiriendo a mí. Mi pequeña se parece mucho a mí.
A veces es fácil ver que un hijo se parece a más a su padre que a su madre o viceversa, aunque a veces los hijos tienen una combinación balanceada de los rasgos del padre y de la madre. Pero, ¿qué significa esto para nosotros como cristianos? ¿A quién ven las personas cuando nos observan? Nadie ha visto el rostro de Dios, y Dios no tiene un cuerpo como el nuestro, así que no podemos compararnos físicamente con nuestro Padre celestial. Pero nuestras vidas pueden mostrarles a otras personas cómo es Dios.
Nuestro parecido a Dios no es visible en el color de nuestros ojos o de nuestro pelo, pero nuestras palabras y acciones pueden mostrar claramente a quienes nos rodean cómo es Cristo.
Sa. Lois E. Gloyd (Wisconsin, EUA)
Oración:
Oh Dios, permite que tu amor brille a través de nosotros de manera que las personas te vean y deseen conocerte mejor. En el nombre de Jesús. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
¿Qué parecido familiar muestra que somos hijos/as de Dios?
OREMOS:
Por quienes necesitan ver el amor de Dios.
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