sábado, 18 de diciembre de 2010

MÉXICO Y SUS ALREDEDORES

  


Te presento una bellísima colección de estampas de la ciudad de México en el Siglo XIX.


 

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Oración dic 18

OREMOS:

Que me ayude hacer lo bueno, recto y verdadero delante de Él

Que los gobernantes y autoridades, con corazón sincero, busquen a dios y amen al pueblo.

Por la cosecha de "Celebración de Esperanza" 1300 almas aproximadamente

Por la familia

por los matrimonios que buscan reconstruir su hogar

por aquellos que han escuchado hablar de Jesús, que endurecen su corazón

Poe un Mundo sin violencia y sin adicciones

En el nombre de Jesús amen



 

 Pedro: el sediento de Dios



El olor de Cristo

Sábado, 18 de diciembre de 2010
El olor de Cristo

Léase Juan 13.1-17

Porque para Dios somos grato olor de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden...
-2ª a los Corintios 2.15(RVR)

MI hija Andrea ingresó al hospital a las 5:00 de la madrugada en la mañana del nacimiento de mi nieta. Quince minutos más tarde, una enfermera vino a la puerta del cuarto de mi hija, donde ella y mi yerno Tim estaban esperando, y dijo: «Hay alguien aquí que quiere verlos». El visitante era un anciano de la iglesia donde Tim sirve como ministro de los jóvenes.

Este anciano pasó los próximos minutos orando con Andrea y Tim por el nacimiento que estaba por venir. Cuando salimos, la enfermera de turno preguntó quién era él.

Tim respondió: «Él es uno de los líderes de nuestra iglesia».

Ella dijo: «Lo sabía, simplemente lo sabía. ¡Tenía el olor de Jesús en todo su ser!».

Lo que la enfermera no sabía era que dos días antes, este anciano había traído comida que nos había preparado para que tuviéramos alimento durante los próximos días. Todos supimos que él tenía «el olor de Cristo»(2ª a los Corintios 2.15). El ser una buena noticia para otros a menudo puede abrir puertas para compartir la Buena Nueva de salvación.

Sr. Andy Baker (Tennessee, EUA)

Oración:

Amado Dios, perdona nuestro egoísmo. Ayúdanos a enfocarnos en las necesidades de otras personas. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

¿Cómo puedo ser el olor de Cristo para alguien hoy?


OREMOS:

Por los líderes en mi iglesia.


 Pedro: el sediento de Dios



viernes, 17 de diciembre de 2010

Oración dic 17


OREMOS:

Gracias Dios por las bendiciones recibidas y por las que vendrán, te alabamos y te bendecimos, en el nombre de Jesús

Por los estudiantes que salen de vacaciones

Por los discapasitados

Por los de la tercera edad

Por los misioneros, evangelistas y pastores

Por un Mundo sin violencia y adicciones

Por Cuba, Haiti, Republica Dominicana y Peru

En el nombre de Jesús amen


 

 

rescatado

EL APOSENTO ALTO

Viernes, 17 de diciembre de 2010
Rescatado

Léase el Salmo 40.1-5

Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano.
-Salmo 40.2 (NVI)

ESTOY preso en una prisión de seguridad máxima. Vivo en una celda aislada, que a menudo y muy apropiadamente llaman «El hoyo». Aislado del resto de la población penal, es un lugar solitario y desesperante, privado de cualquier indicio de consuelo o compasión. Estoy aprisionado por estas aparentes murallas impenetrables.

En una ocasión, sin embargo, estaba preso aunque no había murallas rodeándome. El pecado y los enredos que lo acompañan me habían hundido profundamente en un foso de oscuridad espiritual. Pero al igual que el salmista, clamé a Dios y hallé que las murallas de ese foso no eran impenetrables. Dios me rescató de allí.

Aun en el «hoyo», veo Biblias y literatura cristiana, capto vislumbres de los presos orando y escucho a algunos prisioneros pidiendo hablar con el capellán.

No importa cuán profundamente nos podamos hallar en el lodo del pecado , no importa cuán aislados, sin ayuda y sin esperanza nos podamos sentir, Dios nos puede escuchar, levantarnos y darnos un lugar firme donde pararnos.

Sr. Charles P. Axe (Pensilvania, EUA)

Oración:

Oh Señor, permite que busquemos tu ayuda para liberarnos de todo lo que nos aprisione. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

Ninguna fosa es demasiado profunda para Dios.


OREMOS:

Por las personas que están en prisión.


 Pedro: el sediento de Dios